Estaba el muy cabrón sentado en el balcón
esperando la ocasión de acechar al peatón
Paso mi tía Elena, cadencia en las caderas
el bolso al aire iba con despreocupación
Saltó sobre el bolsón, pantera en acción,
y con un solo tirón salió en fugaz carrera
Cual no sería la sorpresa del pobre bravucón
que adentro del bolsón no estaba la cartera
Texto agregado el 28-04-2010, y leído por 158
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