Te descubrí en mi silencio,
habitando en la profundidad de mis sueño,
allí te encontrabas,
enigmático , mítico y humano.

Me dejé envolver en el idilio profundo,
¡Y cuantas veces pude te repetí que te amaba'
con pasión deposité en tus labios mis besos,
y las palabras se ahogaron en mi garganta.

La tranquila noche fue nuestro tiempo,
y en medio de su misterio me permití encontrarte,
bebí el aliento de vida que de tu boca exalaste,
y nuestras almas se perdieron vulnerables.

Yo le amaba...era imposible no hacerlo,
y él quizas en algún momento también me quizo,
pero su amor fue efímero, muy efímero...
cuando llegó la aurora , triste tuve que dejarle,
me marche llavabando guardados
mis sueños dentro de mi equipaje.