Caminando por la calle vacía
- "Hoy ardo en el deseo de caminar sola, hoy no quiero ser la lágrima que humedezca tus mejillas, he perdido tanto tiempo en esperanzas e ilusiones, ya no hay tiempo para llorar, ó para reir, menos para sufrir. Hoy contemplaré el límpido cielo azul desde el verdor de un mágico bosque, solo quiero volar a travès de la diáfana brisa sola y libre".- se repetía una y otra vez en la soledad de su habitación.
La había conocido muy poco, apenas si recuerdo su rostro grácil y risueño, pero era parte de mi existencia, de mis recuerdos de adolescente, de escolar, de los recreos y los paseos, de los examenes y las actuaciones, de los desfiles y las fiestas ....
-"Solo percibo el traquetear de mis pasos y el latido de mi corazón, solo quiero mirar mis propios ojos y ver mi interior, quiero imaginar el mundo que yo quise y no pudo ser, no quiero estar con nadie ni rendir cuentas a nadie" - una sensación de culpa se apoderaba de ella mientras deambulaba de un lado a otro de la habitación.
Hola! parece que ésto es tuyo- le dije mientras le alcanzaba un pequeño banderín verde amarillo que yacía en el suelo.- "gracias" -fue lo único que me contestó sonriendo tímidamente como culpa acaso de su torpeza, y giró rápidamente alcanzando las escaleras que llevaban al segundo piso. Y me quedé allí mirando cómo se alejaba. Esa fue la única vez que recuerdo haber cruzado una fugaz mirada a esos ojos que hoy extraño con especial sentimiento.
-"Cuando esté del otro lado quiero estar sola y tal vez acompañada de mi propia voluntad que hoy parece desvanecerse como las ganas para seguir viviendo y cuando descubra qué hay mas allá lo haré sola, tan sola como quiero estar hoy. Y cuando el mundo se acabe también quiero estar sola, sin luna ni estrellas que lloren por mí." - Ahora un sentimiento de calma, paz y quietud la envolvía ,el tiempo se había detenido y el entorno había..... desaparecido.
El bullicio ensordecedor de los pasadizos del Reyna tras el timbre de la salida parece ahora tan lejano y el recuerdo brumoso de tu figura alejándose con un banderín verde amarillo en la mano se me quedó aprisionado en una vieja y amarillenta fotografía. Te extrañaré donde quiera que estés caminando por la calle vacía.
Dulces sueños
Alito
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