Un muy molesto joven atravesaba con firme paso los corredores de la Base mientras discutía con su compañero, la rabia se notaba en su mirada con el ceño fruncido. Era inaudito e inadmisible el fracaso al que se habían enfrentado. Brayant intentaba inútilmente tranquilizar a su amigo.

-No mames-gritó cuando llegó a su nicho-, Nueve misiones seguidas que se van a la mierda ¡Nueve!

-Ya wey- le decía Mono con una mirada relajada-, cálmate, seguro que la próxima esos hijos de puta caerán y nos desharemos de otro grupo delincuente…

-No me preocupa el hecho de que perdamos sino cómo lo hacemos. Hemos sido emboscados, hallados, sorprendidos, ¿no te das cuenta?

-Este-titubeó-… ¿de qué?

-No mames, ‘tas pero si bien pendejo, ¡nos están delatando!

-Ah, no má, ¿neto?

La mirada de Isaac cambió demostrando fastidio. Mono sabía que debía temer al ver el ceño fruncido de esa manera. Retrocedió unos pasos y revisó algo de papeleo tratando de disminuir la tensión y dejar de sentir la pesada mirada; hasta que encontró entre las cosas del desaliñado escritorio un portarretratos con una imagen en él. Una epifanía atravesó la mente del muchacho y descifró la ira de su amigo. Dejó la foto en el escritorio y se dirigió hacia él con indulgencia y ternura.

-Y, ¿Cuándo vuelve?

-No lo sé. La neta ya no sé si vuelva.

-¿Perdiste la fe? ¿Tú?

-No es eso, es que Raz es muy… desgraciado a la hora de entrenar a alguien y, al volverse Maestra Siniestra-su mirada se perdía en nostalgia y Brayant rodaba los ojos con hastío-quizá ya no quiera volver al equipo.

“Vale verga” Pensó Mono “vale madres con el obsesionado, neta que está cabrón” mientras se dirigía a la puerta, trayecto interrumpido por el paso de la Reina. Isaac volvía en sí mientras Brayant cerraba la puerta recordando las palabras de su amigo. La reina se sentó en el escritorio vacio y cruzó las piernas mientras ponía sus manos sobre sus rodillas. Sacó un paleta de Grosella de su boca y dio una bocanada de aire.

-Henry necesita apoyo-dijo seria-. Inteligencia de La Vergette ha confirmado la existencia de un laboratorio en las afueras del pueblo. Las características de sus operaciones nos hablan de la misma banda que en Perú, la India, Tokio. En fin, esto no es para su desquite. Los objetivos de su misión son los siguientes: Infiltrarse en el laboratorio; averiguar que se desarrolla ahí; investigar correo y hallar al inversionista; desmantelar la instalación; liberar sujetos de pruebas; robar las muestras, Localizar el Tótem de Energía y defenderlo a Toda costa.

-¿Otra vez jugaste Turok 2-preguntó Isaac mientras leía los parámetros de la misión-?

-No jodas-Brayant se sorprendió-, el 64 se extinguió hace cincuenta años.

-Es que cuido mucho mis cosas. Desde chiquito tengo todavía mis…-La reina carraspeó y obtuvo la atención de sus guerreros.

-El Tótem de Energía es un dispositivo de almacenamiento de energía en celdas nucleares. Es una severa inversión y sólo hay seis de ellos. Nació como proyecto de un viejo amigo suyo: El Ingeniero Guillermo Vera.

-A huevo-Exclamó Brayant con un ademán de victoria-, Memo lo logró.

-‘Pérame-interrumpió Isaac-, ‘pérame, ‘pérame. ¿Por qué debemos defender el Tótem? ¿A caso fue robado?

-Es un riesgo estándar; el Tótem es un objetivo obvio y no es conveniente de ninguna manera el perderlo. Además la explosión de éste haría un daño considerable que no estoy dispuesta a consentir-la Reina emprendía su retirada, pero al llegar a la puerta la paleta volvió a su boca y, mirando de reojo a Isaac añadió-. Y sí, me desvelé jugando Turok.

Ambos se preparaban para salir. No estaba permitido que nadie, fuera de ellos, tuviera comunicación con el exterior de la base en las cuarenta y ocho previas a la misión. Espadas, motosierras, granadas, flechas, arcos, ballesta, un paquete de kunai y shuriken caían velozmente en el back pack de Isaac mientras Brayant equipaba una espada, su guitarra y algunas kunai. Estaban listos.

Tras una larga noche de conversación en el tren, los dos llegaron a La Vergette. Abandonaron el tren en sus sigilosas motocicletas. Avanzaron hasta el castillo y Henry los recibió con mucamas desnudas. Mono no tardó en prenderse de las damas mientras su compañero buscaba deshacerse de éstas. Al entrar al comedor quedaron maravillados por el ejército de niños atendiendo a su Señor. Los manjares servidos en la mesa eran únicamente opacados por la ornamenta que adornaba el resto de la tabla.

-El plan es:-comenzó Henry mientras cruzaba los dedos con un aire siniestro- Al anochecer salimos, mis tropas y yo vamos primero, cortamos el sistema de seguridad y entran ustedes. En este momento llegan instrucciones de subordinarse ante ustedes como si se tratara de mí-tomó los cubiertos y su sombría expresión cambió por una más alegre-. Ahora… ¡Itadakimasu!

Era asombroso cómo entre los tres devoraban los platillos que se dispusieron ante ellos. Gran apetito mencionaba grandes habilidades. Tras la merienda, los invitados se retiraron a los aposentos destinados a ellos. Isaac halló un ordenador en el suyo y lo aprovechó para comunicarse con la Reina y preguntar el arma autorizada. Sorprendido encontró un mensaje aclarando todas sus dudas. Espada.

El equipo se movilizaba entre los árboles mientras caía la noche y el bosque se teñía de un espeso azul; la luna brillaba siniestra dejando intimidantes sombras a su paso. Todo estaba listo, la avanzada de Henry había hecho ya lo suyo y Brayant no daba señales de existencia. Isaac se impacientaba y se encontraba decidido a entrar sin él cuando salió sonriendo de entre la hierba.

Las tinieblas invadieron la instalación. Un ducto de ventilación se abrió del techo y descendieron dos hombres vestidos enteramente de negro. Linternas de cinturón alumbraban sus caminos. A paso lento comprobaban las habitaciones; en las cuales no había rastro alguno de investigadores, científicos ni nada parecido. Soledad y silencio sepulcral. Llegaron a una habitación blanca muy en orden, presumiblemente la habitación del consejo. Documentos en la mesa facilitaron la tarea de papeleo.

“Hemos hallado una manera de ‘fijar’ el alma al cuerpo de nuevo, por desgracia esto no permite fijar el espíritu o evitar la descomposición del anfitrión. Los avances obtenidos por el Doctor Dichi en el ámbito Voo Doo han logrado fijar una parte del alma pero, al igual que el Virus T, no trae de vuelta la vida al cuerpo del huésped, sin embargo le da algo más de inteligencia, es lo que podemos llamar un Z. Frenético. Continuaremos investigando los sujetos de prueba diez once y doce. Al parecer ellos no transmiten la infección al morder y la forma de erradicarlos es la misma.”

Ya no había tiempo para leer. Salieron de la sala con todos los documentos que pudieron cargar. Explorando el resto de las salas dieron con una llamada Lab15b; algunos tubos de ensayo contenían líquidos púrpura y estaban dentro de un pequeño portafolios plateado, listos para ser transportados. Una etiqueta los identificaba cómo “T lote 327” Sin pensarlo lo tomaron y continuaron explorando.

“A huevo” pensaba Brayant ”, está bien pinche fácil. Así regreso antes para estar con Chang un rato” Corrían por los pasillos mientras miraban de un lado a otro. La estructura era muy minimalista, parecía que no ocultaban nada. “Mierda” asaltaban las dudas de Isaac ”, esto es demasiado fácil”

Al dar una vuelta en un pasillo llegaron a una cámara llena de tubos enormes que contenían algo similar a personas. Y, al fin: Un guardia. Se movía lento y se tambaleaba; conducta similar a un ebrio. Sobre su pecho una placa con su nombre: José. Mono no lo pensó y se abalanzó sobre el desdichado. Un salto y la espada atravesó al hombre en el hombro; Brayant sacó la espada y atravesó el vientre, desparramando los intestinos. El hombre no gritaba, sólo gemía. Ya con el hombre en el suelo se dispusieron a revisar. Todos estaban muertos. Un gemido sonó detrás de ellos y se volvieron con velocidad. Al parecer el guardia no estaba muerto, pero ¿quién podría sobrevivir a tan brutal ataque? El hombre se quejaba y se movía de forma más torpe aún, ahora todo les era claro. Un rugido y los hombres enfrascados salieron de sus contenedores y se dispusieron a atacar. Brayant se quedó quieto mientras uno de ellos se acercaba con algo similar a una zarpa en alto. La velocidad del golpe podría haber sido fácilmente esquivada por el joven de no haberse quedado pasmado ante éste. Afortunadamente llegó su amigo cortando el brazo del agresor con movimiento de su acero.

-¿Pero qué pitos te pasa-Le dijo Isaac mientras a su protegido mientras caía hacia atrás-? ¡Era bien pinche fácil esquivar eso!

No había tiempo para más reclamos, era momento de tomar la ofensiva y salir de ahí. Ambos corrían entre las criaturas y usaban sus espadas para cortar sus únicos puntos vulnerables: Los cuellos. Finalmente llegaron al ducto de ventilación, del cual salían ruidos bastante sospechosos. Una criatura cuadrúpeda con garras salió de éste, mostrando su cerebro y serpenteando una larga lengua. “puta madre” pensaba Isaac “; quienquiera que esté detrás de esto bien pinche obsesionado con los videojuegos. No puedo creer que tenga un Lamedor/Licker en su panteón.” Mono no reaccionaba de nuevo. El Licker seleccionó su nuevo blanco y procedió a atacar. La espada de Isaac atravesó el pecho de la bestia mientras se sacudía en un último intento por alcanzar a alimentarse. El joven verde dejó caer el cadáver de su espada y azotó la nuca de su compañero. Realizaron la maniobra y ambos salieron del laboratorio. A base de gritos solicitaron la carga explosiva al grupo de apoyo proporcionado por Henry. Ensamblaron la bomba y la arrojaron por el ducto. La huida comenzó a caballo mientras el conteo regresivo continuaba con tonos agudos y cómodos. Llegaron a una distancia prudente al ras de la explosión.

-Eso estuvo brutal-Dijo Brayant mientras se volvía para mirar la hoguera-. Al menos completamos ésta misión.

-No mames-Dijo Isaac con Ira en la voz-, neto no creo que de veras seas tan despistado. Fue una trampa.

-¡Una trampa-Mono reaccionó con la misma sorpresa que los demás-!

-Sí-explicó el Oscuro chico-, obviamente nos llevaron hasta el centro de una manera fácil. Todos abandonaron para que la horda de zombies acabara con nosotros. El Lamedor estaba bloqueándonos la salida…

-Bien-intervino Henry mientras frotaba sus manos-, la libramos, aunque no hayan completado sus objetivos.

-No-espetó Mono-, falta el Tótem…

-Brayant-Dijo Isaac con firmeza- , necesito saber si hablaste con alguien previo a la misión.

-Sí, le eché un fonazo a…-La voz del muchacho se hacía más débil conforme avanzaba la deducción- Chang.

No se habló más. Henry encabezó la tropa Rumbo al Tótem. Todos iban con ira mientras la noche los abrazaba. Era el momento en que nadie hablaba de la verdad incómoda. Al salir del bosque vieron un pilar similar a un pico con luminosos canales azules ascendiendo por los cuatro centros de éste, los cuales custodiaban un orbe resplandeciente en color morado. Las tropas llegaron y poco a poco arribaban, también, decenas de muertos vivientes y lickers. Las crono-armaduras de las fuerzas de Henry se activaron y recubrieron los cuerpos de sus dueños. Isaac y Brayant Desenvainaron sus espadas y saltaron de sus monturas. Todos formaron un círculo alrededor de la Fuente y apuntaron sus aceros contra las bestias que alguna vez fueron humanas. Las babeantes creaturas se acercaban ávidas de alimento hacia lo único que sus cerebros registraban cómo comestible.

-Será divertido- dijo Isaac, seguido de un grito y una carrera hacia los irracionales agresores. Levantó su espada y, más veloz que el rayo, partió a media docena de zombies por la cintura. Las creaturas cayeron, mas no se detuvieron. Con sus brazos carcomidos se arrastraban por el suelo con tal de llegar a sus Canapés.

Los demás soldados comenzaron a mostrar sus habilidades con la esgrima cortando cabezas como si no hubiera mañana. Los lamedores huían aterrados de las armas enemigas, siendo rápidamente alcanzados por la élite que conformaba ese improvisado equipo.

Repentinamente, en la cima de la colina al sur, apareció una mole con forma humana. A pesar de la distancia se veía que poseía una musculosa figura. Un monstruo de más de dos metros que se acercaba a pasos agigantados. La tierra cerca de él se cimbraba a su paso. Sin aviso se detuvo, observaba detenidamente al batallón y al Tótem. Comenzó a moverse fuera del patrón de sus predecesores dado que corría. El mismo pensamiento atravesó por las mentes de Brayant e Isaac: Un Frenético.

El ente se movía rápidamente para abalanzarse sobre el Tótem; Isaac corría para detenerlo, pero era muy lento y no llegaría a tiempo. Finalmente llegó a la base del Tótem y levantó el puño para causar la explosión. Era tarde.

Medio segundo después cayó el cuerpo inerte del Zombie con una daga clavada en la nuca. Atónitos, los presentes levantaron la mirada y vieron a la Reina y a Lilith Maideth en la colina sobre sus potros.

-No se queden pendejeando-Dijo la reina, quien había lanzado la daga-, ahí viene la segunda horda.

Llegaron el triple de Zombies de la primera ocasión. La refriega comenzaba a cobrar fuerzas y vidas del equipo. Algunos hombres de Henry habían caído y la presencia de frenéticos se convertía en una constante. Los hombreas caían y una sola cosa estaba en mente de Isaac: “Puta madre, si tuviera un arma de alcance” repentinamente recordó uno de sus ataques. “pérame… ¡Esferas nocturnas!”

Sin pensarlo más arrojaba la energía a la cabeza de cada ser a su alcance. Los embestidos caían inmóviles al suelo. La noche avanzaba…


Ella caminaba hacia el ventanal, el ligero camisón que cubría su pequeño y delicado cuerpo se ondeaba a su paso estilizando su figura. Su corta cabellera alborotada le daba el aire de inocencia que su estatura complementaba. Talló sus ojos tiernamente enfrente de la vista y observó la carreta arribando a su jardín. Por el vestíbulo se acercaba una chica de cabello disparejo y un mechón rubio con intención de abrazar a la observadora.

-Sabes bien que sobrevivirán- dijo mientras sus brazos rodeaban la cintura de la chica en camisón-. Esta no es la manera de deshacerse de él.

-Paulina-contesto la chica con frialdad-, es la única manera en que tu y yo estemos juntas. El no sobreviviría sin mí y yo no podría vivir si el no es feliz. No quiero que se deprima por mi culpa.

-¿Te parece más lógico matarlo que pagarle terapia?

-No por nada me llaman la Viuda de Chang. Además ya me estoy aburriendo de él y no sería divertido sólo cortarlo; y si permito que él me deje ¿dónde quedaría mi honor?

De la carreta eran descargados velozmente cilindros metálicos de gran tamaño. El capataz no dejaba de gritar y no se separaba del portafolio plateado que tenía en la mano. Se veía tensión en el rostro del hombre, pero también se hallaba satisfacción en su mirada. Los labios de Paulina descendían lentamente sobre el cuello de Irma. Una sonrisa traviesa se dibujaba en su rostro mientras sus pensamientos viajaban a ese caballero distante.


El sol asomaba lentamente mientras que los últimos seres putrefactos caían y una repugnante pestilencia manaba del campo alrededor del Tótem. Isaac cayó sobre una cama de cadáveres, perdiendo la conciencia. Henry se agitaba con la katana ensangrentada en sus manos. Las vestimentas de la reina se habían teñido de escarlata y estaban salpicadas por entrañas. Maideath se acercó sigilosa a Isaac y posó sus labios en el joven quién, al sentirlos, se giró para evitar el beso; obteniendo cómo resultado la frustración de la chica. La batalla había concluido satisfactoriamente. Todos los sobrevivientes se arrastraban a una carreta recién llegada para llevarlos de vuelta a La Vergette. Todos se sentían cansados y con deseos de ver a sus familias y recordarse a si mismos que todavía estaban vivos.

Sólo un guerrero no festejaba, uno que se había apartado de todos. Brayant estaba sentado sobre una pila de cadáveres; llorando y consternado por la deducción inconclusa. Llorando porque, en el fondo, sabía que su amada lo estaba traicionando…

- A huevo-dijo una observadora entidad entre el follaje-, ya cayó éste pendejo. Pdonto…