Tu aliento, rocio nocturno, de mi despertar.
Fragancias humedas, distantes de tu eco y mis burbujas.
Hielo deshojado en el jardin de caracoles, polvo de dudas secretas, donde el espacio entre nuestros cuerpos, germina debil y azul..
Tu resplandor sin filtros y de sombras dilatadas, tienen poder sobre esta amante de tus cerrojos, donde profundas tus caricias me estremecen..
Texto agregado el 23-04-2010, y leído por 117
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