Un poco tarde, un poco cansado te vi pasar. Tu pelo alborotado llamó mi atención en aquel lugar. Bastó un momento que te mirara para no olvidar. Aquellos ojos y aquella forma de caminar. Un día cualquiera se me ocurrió cambiar de bar. Y cuando se me acabó la plata para pedirle al cantinero uno más. Llegaste tú... Un poco tarde, un poco cansado te vi pasar. Tu pelo alborotado llamó mi atención en aquel lugar. Tú te acercaste "señorita, me puedo sentar acá" Y si es que antes yo fui curiosa esta vez fui más. Y caminamos por tantas calles y tantas más. Me diste historias, me diste un beso y un poco más. Y desde entonces ya no es lo mismo volverte a ver. No te ofendas, es que no te quiero... llegar a querer.
Texto agregado el 20-04-2010, y leído por 275 visitantes. (7 votos)