Un día, en el cielo, entre las nubes grises, la lluvia danzaba en la oscuridad
Dejaba caer su magia sobre la tierra y daba vida a las criaturas que en ella habitaban.
Jugaba con la luz solar, pintaba un arco iris en el celeste cielo oriental, y galopaba junto al viento.
Entonces la lluvia le dijo al viento; ''Quiero que cantes para mí'',
y el viento cantó muy fuerte, porque la amaba mucho, y quería complacerla,
y tras un fuerte soplido, el viento cantó para la lluvia. Y la lluvia, golpeo y danzó con fervor en la tierra.
Entonces la lluvia le dijo al viento; ''Quiero que dances conmigo'',
y el viento danzó con la lluvia, porque la amaba mucho y quería complacerla,
y los remolinos y tornados azotaron al mundo.
Entonces la lluvia le dijo al viento; ''Quiero que corras para mí'',
y el viento corrió aún mas rápido para ella, porque la amaba mucho, y quería complacerla.
Y así, con más fuerza, el viento pasó por la tierra, arrebatando lo que estuviera a su paso,
tomando de todo, como ofrenda para su amada lluvia, sin importarle el dolor,
incluso a los señores árboles, a los gigantes de roca, o las criaturas del mar, nada le importaba más,
solo cantaba y cantaba, nada importaba,
solo danzaba y danzaba, nada importaba,
solo corría y corría, nada importaba,
el viento amaba a lluvia, todo lo que quería era complacer a su amor...
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