Para mi viejita Celia donde quiera que estés

Decir abuela es decir mamá, amiga...tantas cosas...
Es una casa grande llena de recuerdos que los años nos fueron regalando
Es un corral con miles de gallinas donde alimentamos miles de sueños, el que cobijó nuestra inocencia y la imaginación del que a través nuestro intentaba mantener vivo al niño que llevaba dentro...
Es una cocina perfumada con olor a esa sopita de la abuela única e irremplazable, un cuarto con aromas tuyos...
Decir abuela es un regazo generoso donde encontrar abrigo...
Una mirada tierna y compasiva...
Es el tan rechazado consejo que deberíamos haber obedecido ...porque las abuelas saben...
Es emprender un viaje al pasado, no muy lejano, impregnado con olor a las hallacas con huesito, la leche de burra, él calentao, el mercado de los sábados, los pollitos de las gallinas Pirocas, la sopita de pichón pa´ el mas necesitado, tus maticas que siempre te robamos y ese amor que regalabas a todo el que venia a pedir un guarapito.
Decirte mamá es decir amiga, es la abuela que fuiste...
Son las caricias que mis hijos no podrán disfrutar
Son las eternas historias de madrugada que jamás les podrás contar...
Son plazas llenas de tu ausencia
Un corral vacío...
Decirte mamá es imaginar tu pelo encanecido, tus pies cansados de andar, y recordarte chiquitica por los años a tus espaldas pero siempre dispuesta a dar amor sopita y guarapo.
Adiós mi ángel… adiós mi eterna…
…Abuela Celia