Te encontré en lo profundo de mi corazón
Y navegue en mis lágrimas
Me detuve en mis pensamientos.
Me quede en los latidos de mi corazón.
Sin razón llore, en mis lágrimas.
La sal del mar se estaba azucarando
Y las mareas de mis llantos
Hacían olas y chocaban entre si.
Mis ojos y pupilas, se sentían callada
Se sentían indefensas.
Mis oídos ya no oían nada
Ni el grito del miedo
Que solo se escucha en mis pensamientos.

Mis oídos ya no oían nada
Ni el grito del miedo
Que se escuchaba solo en mis pensamientos
Y en los recuerdos.
De un pedaso, partido de mi corazón
Aun late sentimientos por ti.

Soñé con verte,
Imaginarte.
Haber sola tu creadora.
Y así me convertí en tu diosa.
El mito es que tú desees lo mismo.