Todo ser humano es libre de tomar las decisiones que quiera y guste, pero al tomar una elección, está abandonando otra u otras, por lo tanto se ve forzado a elegir una opción y de esta manera, al final no existe libertad plena ya que siempre nos vemos obligados a elegir una cosa sobre otra.
Profundizar en esa lógica podría llevarlos a definir y esclarecer si realmente somos libres o no. Llevar la cometida cuestión hasta el extremo y darnos cuenta que desde el momento en que nacemos probablemente no seamos libres porque no decidimos nacer. ¿En qué momento se adquiere la libertad? ¿Es necesario conocer la respuesta para definir nuestros deseos y decisiones?
Sí. Ser libre es tomar decisiones y tomar decisiones es definirse como persona. Y se adquiere desde que naces, no antes. No se puede decidir nacer o no, pero una vez en el mundo una persona es relativamente libre.
Según el diccionario de la lengua española, libertad es una “facultad natural del hombre de obrar de una manera o de otra y de no obrar… falta de sujeción o subordinación…” mucha gente dice también que la libertad se define en la medida en que el ser es responsable de sus actos y palabras y en cuanto respeta la libertad de otros seres. Que si uno trasgrede límites sociales y normas o reglas ya no es libre, es libertino y merece una sanción, pero si la libertad es la exaltación de una persona de ser lo que quiere ser realmente ¿en qué momento es libertino?
La libertad por lo tanto es un carácter condicionado, eres libre con límites, eres libre hasta donde tu sociedad lo permita. En realidad la libertad existe como una constante que se adecua de acuerdo al tiempo, lugar y sociedad. Matar no es ser libre, pero en una guerra sí, por ejemplo.
Quién te dice que todo lo que haces lo haces por gusto y no porque debes hacerlo, o por tradición y costumbre o por molestar de manera sutil a otra persona.
Más gráfico:
*El dilema de las pop tarts. La relación de una madre-hija no es muy buena porque la hija quiere demostrar que ella sola puede hacer una vida y mantener una economía estable siendo independiente ya que la familia es pudiente y con amplia fortuna y bien podría depender eternamente de ellos. La hija a menudo demuestra a su madre que hay más de una manera de hacer las cosas, siendo más liberal, usa jeans y aún es una mujer, compra café instantáneo y aún es café. Todas estas actitudes molestan mucho a la madre, come pop tarts y aunque es comida la madre reclama que es chatarra, precalentada y cualquiera puede comerla, se vuelve la golosina favorita de la hija. Un día la hija se encuentra consternada porque haciendo una reflexión se da cuenda que en realidad el curso de su vida se ha definido por mera actitud de contra hacia su madre, sus decisiones se basan inconscientemente en lo contrario a lo que su madre en un momento dado hizo. Observa con detenimiento la pop tart y no sabe si comerla o no porque no sabe si de verdad le gusta o no; si es libre de comerla, o es el contexto de la contra con su madre lo que la obliga a comerla.
En resumen, la libertad se ve condicionada por el ambiente y el contexto del momento y de la persona y esto no indica que sea malo, indica adaptación y supervivencia. El hecho de hablar de actitudes condicionadas no significa que estén mal. Es más bien una toma de decisiones.
Pero ¿qué es una decisión?
Según el diccionario de la lengua española, una decisión es “determinación, resolución que se toma, firmeza de carácter.” En palabras de mi profesora de desarrollo psicológico en adultez del semestre pasado una decisión es “renunciar a algo y clarificar lo que estoy siendo”.
Por lo general una decisión se toma observando el contexto, los sentimientos de la persona que toma la decisión y a los demás involucrados. Éticamente la decisión debe ser tomada tratando de perjudicar lo menos posible a la menor cantidad de gente inmiscuida. De esto depende que la persona que tome la decisión sea eficaz y/o eficiente.
Una persona puede ser eficaz sin ser eficiente y viceversa. La eficacia es una capacidad que nos ayuda a lograr objetivos como la fuerza, ser activos, lo que produce que hagamos algo; y la eficiencia es una facultad y virtud para lograr un efecto desperdiciando lo menos posible. La eficacia va a los resultados y la eficiencia a los procesos.
Con esto una persona puede tomar decisiones eficaces, eficientes o ambas. Generalmente en un trabajo por tiempo la gente suele ser más eficaz, pero cuando se trata de ahorro entonces se habla de eficiencia. Lo mejor sería tomar decisiones eficaces y eficientes.
Nuestra vida entera es una decisión. “Libre albedrío”. Levantarse de la cama, bañarse, comer, salir, quedarse, hablar, callar, caminar, ir en bus, auto, qué ropa usar, con que amistades juntarse, seguir viviendo o no… Lo único que no se decide son los padres o hijos que nos tocan, pero incluso se puede decidir la mejor educación que brindarles o a que camino orientarles. A veces nos enfrentamos con decisiones complejas y es donde realmente ponemos nuestra firme personalidad en el campo de batalla. Discusiones sobre ética, política, religión, son las que nos definen como las personas que somos.
Es más sencillo tomar decisiones eficaces que eficientes. Pero cuando nos vamos sólo por los resultados y nuestra decisión no fue la mejor tomada debemos interesarnos en el proceso. No se habla de decisiones buenas o malas como tal, más bien es tomar decisiones en base a la experiencia. Nuestros padres muchas veces deciden por nosotros, pero cuando llega el momento de comenzar a tomar nuestras propias decisiones muchas veces hay temor a equivocarse. Lo mejor es valorar todo el contexto y tomar la decisión que, aunque en un principio no nos favorezca, sea la decisión correcta. Éticamente se toma una decisión tratando de beneficiar lo mayor posible.
Un claro ejemplo de tomar decisiones eficaces y/o eficientes es una de las novelas de Michael Ende: “El Genialcoholorosatanarquiarqueologicavernoso Ponche De Los Deseos”. Una bruja y un brujo de categoría y alta alcurnia deben cumplir con su contrato anual en diciembre. Durante todo el último año se han dedicado a despilfarrar el tiempo en otras cuestiones tales como experimentos, mejorar su apariencia, viajar… brujo y bruja son vigilados por una sociedad secreta en contra de la magia oscura y en pro de los animales, el mundo y la naturaleza, que se enteró de las clausulas el contrato y a toda costa tratará de impedirlo.
En la última noche del año, los brujos deciden hacer un ponche mágico con el que podrán cumplir a tiempo su contrato, pues los beneficios de la bebida era que a cada trago pedían un deseo y para disimular si su deseo era de maldad tenían que formularlo a la inversa, es decir como un deseo bondadoso. Entre tantas aventuras de la historia resulta que al final logran hacer el ponche, y formulan sus deseos de acuerdo a las instrucciones, lo que no saben, es que la sociedad de espías controló el ponche y revirtió el último efecto cumpliendo los deseos tal cual se dictaron.
Lo que la historia muestra es una toma de decisiones apresurada y enfocada sólo a los resultados, es decir, una decisión eficaz. Lo que los espías hicieron fue una decisión eficiente y eficaz.
La decisión eficaz de los brujos les produjo la llegada al infierno y el incumplimiento de su contrato. Por no tomar una decisión a tiempo todo el futuro puede verse comprometido para bien o para mal.
En la toma de decisiones tiene mucho que ver la forma de pensar de la persona y su agilidad para predisponerse al futuro de una forma acertada.
Las decisiones nos acompañan para toda la vida, algunas, si no salen como esperamos se puede corregir, otras no. Las que no se pueden corregir son muy importantes porque no hay retorno y debemos ser responsables de nuestros actos. La mejor manera de tomar una decisión exitosa es planeando, apoyarse en el contexto, en experiencias, en lo que la decisión significa y los posibles escenarios de tomarla y después hacerlo.
No es fácil tomar decisiones acertadas con el tiempo prudente, pero de la práctica y la experiencia se aprende. El tiempo nos limita a jugar al azar con nuestras decisiones y algunas veces resulta la decisión correcta, pero esto no sucede siempre; es mejor prever, imaginar posibles futuros acordes a una u otra opción y elegir el que mejor nos parezca y beneficie a la mayoría siempre y cuando sea éticamente bueno.
BIBLIOGRAFIA:
• Poudevida A.R. (2001) Diccionario Porrúa de la Lengua Española. México DF: Porrúa
• Ende M. (1989) El Genialcoholorosatanarquiarqueologicavernoso Ponche De Los Deseos”. Alemania:SM.
|