Me falta un tanto el aire, tengo el corazón acelerado, estoy sudando como una olla de frijoles jajaja pero no importa, yo sigo adelante, voy corriendo por el parque lleno de charcos, sintiendo el aire frío estrellarse en mi cara impregnado aún con algunas gotas de lluvia que quedaron suspendidas... suspendidas, ja, suena interesante la palabra, me recuerda tanto a mi vida... suspendida... sigo corriendo, avanzando, en el parque hay unos niños jugando, los veo divertirse entre ellos, con su madre, parece no prestarles mucha atención y no puedo evitar esbozar una sonrisa amarga, podría ser yo, si el año pasado no se hubiera llevado tantas cosas, incluidas mi chiquitín, en unos meses disfrutaría de llevarlo al parque, de jugar con él, de reírme de su risa y de tocar su cabello...¡ay rayos! pisé un charco, aaaa regresé a mi realidad.... ¿cómo acabé aquí?, corriendo sola, sintiendome una observadora más de una película, o mas bien, crítica de cine, de lo ajeno, de lo propio, ¿en qué momento de mi vida llegué a tener tantos problemas que yo no busqué? ¿en qué momento exactamente fue que me torné ácida como acto de protesta ante el acontecer diario? No lo sé... extraño el soñar rosa, el confiar en la gente, el sonreír a los extraños, el comer dulces sin preocuparme del peso... bueno, fue suficiente, por hoy dejaré de correr, quedaré de nuevo suspendida en esta vida que corre sobre mi, aunque a veces me gustaría ser yo la que corriera sobre ella |