Cuando yo era chico la vida era muy distinta, no había computadoras, ni shopping, Internet o la Web serían palabras extrañas y si ni siquiera podíamos conseguir un teléfono de línea, a quien se le ocurriría pensar en un celular. No soy de aquellos que piensan que todo tiempo pasado fue mejor. Por favor no! Ni siquiera creo que la corriente de medicina naturista o alternativa deba desplazar los medicamentos nuevos que han surgido de la investigación a través de los años. Pero convengamos también, que no todo lo nuevo es mejor.
Qué días los domingos. Almuerzo temprano. Con mis abuelos a la cancha. Tempranito, antes que empezara el preliminar, que se veía completo. Con el asiento, el termo, el mate y algo para acompañar. Y si no había partido, a la matinée del cine del barrio. Tres, cuatro, cinco películas en continuado. Salir en los intervalos. Conocer a alguien. Cuánto tiempo hace? Fines de la década del sesenta, casi cuarenta años para mí.
Pasaron los años, pero siempre el domingo siguió siendo el día de familia y fútbol. Durante años fui solo o con mi hermano y ya en los ochenta empecé a llevar a mis hijos. Almuerzo temprano y a la cancha. Rutina para algunos, el Momento de la semana para otros.
El gusto o fanatismo no se pierde con los años, continúa y se va transfiriendo de padres a hijos. Así era antes, y hoy, en algunas familias se conserva. Pero, cómo cambian las cosas. Domingo? Quien dijo domingo para el fútbol, hoy puede ser cualquier día, especialmente para aquellos que seguimos a un equipo chico. Y a cualquier hora también. En estas épocas donde se trabaja también cualquier día, a cualquier hora, donde los shopping están siempre abiertos (y los pobres que trabajan en los shoppings, que?)
Así, pasan campeonatos enteros, en los que podemos (los tres) ir juntos, con suerte, en un solo partido en todo el campeonato. Y después creen que la gente no va a la cancha por la violencia!!! No, no es cierto! No vamos porque no nos dejan ir! Porque encontraron la forma de justificar pasar todos los partidos por televisión!
Escuchamos explicaciones absurdas, increíbles. La Policía Federal Argentina, ahora no permite más de dos partidos en la Ciudad de Buenos Aires, en el mismo día. No los puede controlar!! Estamos todos locos? Hay hechos de violencia, sí, pero la explicación está en el fútbol? Es el culpable?
Quién sacó a las familias de la cancha? La violencia? Permítanme disentir. Lejos, en primer término, los horarios. Vuelvan el fútbol a la tarde del domingo y veamos si va o no va la familia. Permitan un espectáculo completo, no como ahora que si es tal hora la reserva no juega, si llovió un poco no juega, o sí, nunca se sabe. Antes los hinchas veíamos a los futuros cracks en la reserva, y cuando llegaban todos sabíamos quienes eran. Ahora, salvo algún hincha jubilado que vive cerca o alguien que trabaje en el club, o la familia de los jugadores, nadie ve más un partido de inferiores. Si cada vez que uno va temprano no hay reserva y hay que esperar un montón, quien va a seguir yendo temprano? Lo que deriva en otro problema, la gente llega a la cancha toda junta sobre la hora con los consiguientes problemas.
Y ahora inventaron otra, las entradas no se venden en las canchas. Si quiero ir a ver a mi equipo de visitante tengo que sacar la entrada primero en otro lugar y en otro horario. Nada de resolver sobre la marcha, día lindo, vamos! Ni que hablar del precio! Platea de visitante? Ja, ja.
Hay que pensar que todo está dirigido a molestar al hincha, que ya no puede llevar de comer, de tomar, la radio o el paraguas aunque llueva. No se lo dejan entrar, mójese buen hombre! O usted piensa que esto es un teatro? Nada de estar cómodo! Fíjese la mitad de la cancha no está habilitada... para que no se peleen ni tiren nada. Aquellas son plateas que ni las abrimos porque no va nadie, quien las va a pagar..... Usted es visitante, mire desde aquel rincón, si el alambrado le permite ver algo, lo tuvimos que subir por seguridad. Y si cuelgan banderas en el alambrado, qué culpa tenemos los organizadores? Y no se olvide de caminar diez cuadras para entrar a la cancha (hay honrosas excepciones) por el circuito que arma la policía. Y menos mal que en la mayoría no hay que subir las escaleras de Boca o de River. Ahí ya no llego sin asistencia respiratoria.
Ya no me queda la alternativa de la matinée. Los cines están en los shoppings, pero como llevar toda una familia al cine? Cuánta plata cuesta? Y sin contar el ahora necesario pochoclo y la gaseosa al doble de precio que afuera. Qué hacemos? El shopping para mirar lo que no podemos comprar o la plaza? No, que tal si miramos la tele. En familia, eso sí. Los hombres miramos fúbol acá y las mujeres una peli en la otra. Domingo en familia.