Las palabras fluyen como el viento en esta casa , los vidrios se rompen con los gritos y las luchas rompen almohadas,nada fuerte , ningún golpe que deje cicatrices sólo heridas profundas que no son visibles por los ojos , pero aseguro que un ciego las podría notar.
Los pasos fluyen en esta vereda, se siente el crujir mientras se pisan hojas, que se quedaron aquí diciendo 'queremos otoño eterno', se escuchan los ladridos de perros junto con los gruñidos de la señora de enfrente, mientras amenaza con la mano al pequeño de tres años por haber ensuciado sus pantalones, nada de lo que no se haya escuchado, nada fuero de lo común ,pero aseguro que mi sobrina de 5 años le asombra mucho y no entiende porque la gente es así y me pregunta con el brillo del miedo en sus ojos '¿Esa gente es mala?', yo solo encojo los hombros-solo porque no soy quien para juzgar.
Ahí va , el cielo corriendo porque lo persigue la brisa mientras las luna corre tras las nubes para esconder su figura intentando ser un poco más misteriosa y un tanto más inspiradora.
Ahí va, tu risa aturdida de ver tantas lágrimas caer en tu mejilla, ahí vas tú desconsolado aturdido por la realidad tormentosa,inescrupulosa,altiva. ¿Y yo? Yo te miro, observo y busco soluciones en mi cabeza atónita ante tanta situación, intento procesar cada paso cada acto al segúndo, intentando no caer en la reiterida pregunta : ¿Por qué? me salvo la esquivo como si fuera un cuchillo que se quiere inscrustar en mis yagas, pero nada más ahi me quedo media dormida media atada,a esta... nuestra, la de todos, la simple realidad.