La lùz alumbrada por su sonrisa abundante se apago, una nube la tapò.
Existe esperanza, quiza salga el sòl.
Camino en su pieza sonriendo, llorando verdades y mentiras, con su puerta que rechina.
Eperaba la cenicienta.
Y zapatos de ceramica rompen el suelo, luego caèn, al agujero infernal.
sus sueños se rompen y caen, resvalando del piso al agujero infernal.
Junto a sus zapatos se van a volar.

Los pies duros de frio y resignados por el dolor lo abandonan. Queda tirado al costado del camino.
"Por desgracia", luego de un rato comienza a caminar, con sus brazos elevando su rutina, dando vuelta sus valijas.
Muchas veces tropezo, se arrastro, lloro y al fin volò. Y hecho sus piernas por la borda en el camino.

Y sus zapatos, ¿para que servian?