Poseo una ciudad hermosa que es mi dueña, La Plata Cuando me levanto hay movimiento de coches y miles de palomas blancas que marchan a la escuela. Un ejército de obreros laboran desde las ocho. Los perros, con sus dueños invaden alegres las veredas. Mas cuando la veo a ella mi día se ilumina. Con ella puedo vivir cualquier cosa que me haga feliz. Sí, aquí soy feliz.
Texto agregado el 12-04-2010, y leído por 220 visitantes. (2 votos)