La Agencia Espacial Europea revolucionó al mundo cuando anunció la primera expedición tripulada a Marte, superando a potencias espaciales como Estados Unidos, Rusia, Bolivia o Chile. El esfuerzo requirió una inversión millonaria pero los líderes de Alemania y Francia, Frau Merkel y Monsieur Sarkozy, explicaron que valía la pena. “Debemos avanzar antes que ellos – manifestaron – el euro debe ser la moneda de Marte. No el dólar”.
Merkel y Sarkozy manifestaron que ocho hombres de ocho naciones europeas serían seleccionados.
Luego de meses de especulaciones y cuando ya se sabía que ningún británico integraría la tripulación, los ocho hombres fueron anunciados:
Karl-Heinz Fischer, de Alemania
Enrico Cabrini, de Italia
Gerard Lambert, de Francia
Johann Van Hanegem, de Holanda
Fabién Preud-Homme, de Bélgica
Herman Krankl, de Austria
Luiz Inacio Pereira Dos Santos, de Portugal
Y quien no debía faltar, el representante de la tierra del Cid
Carles Josep Colome i Terrassa, de Catalun..., perdón, de España
En España la noticia de que el elegido era Carles Joseph Colome i Terrassa fue recibida por muchos con gran indignación. Los vascos se quejaron de que no fue Iñaki Urilabeitía, y denunciaron una vez el colonialismo y la explotación del gobierno de Madrid. Los gallegos, pusieron el grito en el cielo, porque su astronauta, Pelayo Maceira, hubiera quedado eliminado. En Andalucía, todos criticaron que eligieran a un “catalán” y lloraron porque Javier Montilla, su candidato, hubiera sido dejado de lado. Ni que decir los madrileños, que confiaban en que el niño Fernando Torres, nacido en Valleca, fuera el astronauta. “Habiendo tantos españoles, tenían que elegir a un catalán”, dijo don José María Aznar.
El rey, don Juan Carlos de Borbón y Borbón, en cambio, declaró: “Españoles todos: Una vez nuestra nación, porque solo hay una nación y es la española, ha recibido con honores y gratitud la dicha de ser la abanderada de una cruzada que llevará la religión católica, la sangre de Aragón, el oro de Castilla, la lengua de Cervantes y el heroísmo del Cid, esta vez no a América, sino al espacio sideral, al espacio exterior, a Marte. Porque no hay hogar en España sin pan y sin lumbre. Porque cautivo y desarmado el ejército rojo, hemos alcanzado los últimos objetivos. Porque ayer fue Colón y la gesta del descubrimiento de América, hoy es Carles Colome y la gesta de la colonización de Marte. Porqué hay una España, olé”.
¿Y como fue recibida la noticia en Catalunya? Un catalán pisaría Marte, motivo de alegría. La gente salió a la calle en forma espontanea. Miles de barceloneses se abarrotaron en la Gran Via de Las Corts Catalás, la Plaça de Espanya y la Plaça de Catalunya. “Visca el Barça i Visca Catalunya” era el grito, “Catalunya conquista l’espai”. La alegría se extendió a toda Catalunya, en Lleida, en Girona, en Tarragona, menos en el valle de Arán:
“¿Y a nosotros que nos importa? No somos catalanes ni españoles, somos araneses” dijeron sus habitantes.
El vicepresidente de la Generalitat recibió al joven Carles y declaró, muy serio, que
“Em dic Josep Lluís, aquí ia la Xina. I tu et dius Carles, aquí ia Mart, no Carlos. És una vergonya que el representant d'Europa hagi dit 'Espanya' quan tu ets català i representarà a Catalunya. Catalunya és una nació. Portaràs els nostres símbols nacionals, i quan trepitgis el terra marcià, s'escoltarà les lletres de 'Els segadors' no de la marxa real. Visca Catalunya!
(“me llamo Josep Lluis, aquí y en la China. Y tu te llamas Carles, aquí y en Marte, no Carlos. Es una vergüenza que el representante de Europa haya dicho ‘Espanya’ cuando tu eres catalán y representarás a Catalunya. Catalunya es una nación. Llevarás nuestros símbolos nacionales, y cuando pises el suelo marciano, se escuchará las letras de ‘Els segadors’ no de la marcha real. Visca Catalunya!”).
Nadie le hizo demasiado caso a lo que dijo Carod ni en Catalunya ni en el resto de España. Lo cierto es que una vez más, gracias a Catalunya, España volvió a integrar el concierto de las grandes naciones del mundo. Como ya ocurriera en los Juegos Olímpicos de 1992 o cuando ganó el Mundial de básquet, en 2006, gracias a Pau Gasol.
La historia que sigue es muy larga, solo diremos que así fue como Catalunya conquistó el espacio, por eso el catalán se adoptó como idioma oficial en Marte, pese a que el astronauta Carles Josep Colome i Terrassa, por eso el deporte principal de Marte son los castellers, la sardana el baile popular.
“Españoles todos – dijo su majestad don Juan Carlos de Borbón y Borbón - En el siglo XVI exportamos nuestro idioma a América, hoy, en el siglo XXI, lo hacemos con el espacio. Solo que en América se habla castellano, y en Marte, catalán. Prometemos que en Venus difundiremos el vasco y en Mercurio, el gallego. Porqué hay una España, y lucharemos contra la masonería, ¡Arriba España!”. |