EL SOL TOMADO DE LA MANO DE LA LUNA
Cae la noche y por toda compañía tengo el parloteo de una radio, que como murmullo lejano me arrulla. Algo, no sé qué, te trae a mi memoria y los recuerdos se intensifican y me pregunto: ¿dónde estarás, que será de ti, con quién estás?
Me respondo quedamente que posiblemente estés tan lejos y tan ajeno que no te es posible escuchar mis pensamientos, menos aún enterarte de mis recuerdos, que involucran tus labios, mis manos y las caricias más ardientes.
. Cae la noche como aquélla en la que nos descubrimos: fría y sin estrellas, y me da la impresión que el pasado se hace vívidamente presente después de tanto tiempo, haciéndome casi sentir nuevamente el calor de nuestros cuerpos que ardientes de pasión, hicieron que sólo existiéramos tú y yo, bajo un cielo amenazante en el jardín de invierno de aquel hotel donde pese a todo, salió el sol, brilló la luna y mil estrellas iluminaron el firmamento.
Fue una noche mágica, única. Una de esas que sólo se viven una vez en la vida, donde dormir habría resultado una estupidez y cerrar los ojos un pecado. Nos habíamos encontrado en medio de un mundo de gente y ahí, entre voces y caras desconocidas, nos habíamos descubierto y audazmente nos aventuramos a olvidarnos de todo y de todos. Todo se borró a nuestro alrededor, nada existió, sólo nosotros, por ello marqué ese día en el calendario como un hito en tu vida y en la mía, porque nos enredamos en un instante de amor sin límite y también…sin futuro.
Vaya que lo sabíamos bien; inconscientemente estaba presente la realidad, pero la borramos de nuestro lado e hicimos lo que hacen todos los enamorados del mundo, vivir egoístamente los minutos de esa noche deteniéndolos en el tiempo, para en un futuro - como hoy - tener la dicha inmensa de poder recordar lo experimentado y palpitado.
Cae la noche, es como aquélla, el mismo día, el mismo mes, la misma hora…sólo que uno o cien años después y de ella sólo queda ese recuerdo clandestino de una noche tormentosa, que por unos instantes nos permitió ver algo tan insólito como… el sol tomado de la mano de la luna.
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