Absorta y lejana,
Con la noche como testigo del errante,
Voy quitando uno a uno los espinos del camino.
El dolor lacerante y continuo se apodera
De mi carne ya envejecida por tus manos,
Los sueños transitan irremediablemente por
La ruta de mi cuerpo.
Tendida y exhausta me refugio en tus cavernas.
Aquellas...Las mismas de ayer,
Las que aún conservan la humedad de los últimos días.
Texto agregado el 09-04-2010, y leído por 97
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Lectores Opinan
10-04-2010
El recuento de los daños de una relación que languidece, Nostálgico tu poema.*****Afectuosos saludos. sagitarion