A veces pienso en el futuro
y también en el nuestro
y creo
que los mejores días
están por pasar

Y luego te veo
en cada recuerdo
húmeda y desnuda
como tarde de octubre
y noche de agosto.
Y entonces me acuerdo
que nada hay de cierto
que todo el anhelo
y sueño despierto
es sólo un reflejo
de la luna en el mar.

Y en ti pienso
en ti
como en todas las cosas.

Otra vez vienes
a esta, tu casa
e inundas las paredes, los cuadros,
los libros, la cocina y nada.
Y de nuevo florecen
en los jardines del tiempo
las lágrimas de todas tus alas.

El futuro es un libro sin tinta ni sellos
y también es tu cuerpo
oscuro secreto
de voces y cantos,
de flores
y nada.