Déjame caer entre tus labios, sin rumbo concreto ni brújula útil.

Tracemos las figuras imperfectas de lo que suponemos son los sentimientos; de esos extraños resabios que sacuden el cuerpo, nos alteran la percepción y conquistan uno a uno los inquietos sentidos.

Llenitos de deseo, te embriago en sorbos de locura, y a cambio recibo de ti las mas profundas y honestas líneas versales.

Y entre roces y palabras volvemos a encontrarnos en un lugar conocido, a delimitar el instante y a perder el sentido mismo de nuestro existir independiente.

Otra vez no somos mas que el reflejo transparente e imperceptible de un no planeado estado emocional.

Sensibles, frágiles, temerosos; con la intención banal de encontrar sentido y nombrar aquello.



Llámalo como quieras, de todas formas no puede desterrarse...