Era un dilema irresoluble. Lo miró de un lado y otro, de arriba a abajo, de atrás para adelante y viceversa.
La solución no aparecía ante sus ojos ni podía representarsela en el mundo de las ideas.
Comprendió que sólo su conocimiento en historia clásica podría ayudarle a escapar del problema.
Lamentó no haber aprendido a navegar como Ulises, no conocer el arte del tejido como Penélope. Finalmente recordó a Alejandro Magno, la historia del nudo gordiano.
Tomó un cuchillo y abrió la bolsa de pan, cortando el nudo.
¡Después dicen que la historia no sirve para nada!
Texto agregado el 07-04-2010, y leído por 912
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Lectores Opinan
06-06-2011
Buena forma de instar a la lectura(buscaremos la historia del nudo gordiano...ese..)por cierto el cuento esta del guay saludos atte perres perres
08-04-2011
Me encantó! Muy ingenioso y sencillo. Saludos. kary-rv