Inicio / Cuenteros Locales / guajiro / ¿Que Somos?
A punto de emprender mi viaje hacia a el destino de siempre, Caroline posó su linda mirada en mi inimaginable rostro para entonces, ya que nunca tenia conciencia de el en cada mañana, debido a que el reflejo matutino no alimenta mi autoestima ni realza mi ávido ego. En ese instante me rindo al presente y dejo que un lucido pensamiento se clave en mis pasivas dudas. Un toque atemporal de mis pasos persigue un sonido infinito; Al tiempo que la tímida voz de mi abuelo se perdía entre la muchedumbre de la acostumbrada mesa familiar. Mi madre coloca su cálida palma sobre mi hombro y me pregunta si ya estoy listo; de espalda a ellas le respondo perdido en una espesa meditación, mientras mi ser se hunde en un intenso vacio que parecía solo corresponder a los recuerdos mas irracionales: ¿Que somos?
Como solo parecía recordar y no añorar para nunca olvidar, Me catapulte hacia un tormentoso silencio y nuevamente volvía a cuestionarme inspirado por una razón sobrenatural ¿Que somos? Seguía recordando y entonces llegaron a mi, algunas memorias que no estaban perdidas sino que para el reciente pasado no habían sido evocadas pero para el inminente presente era una divulgada necesidad. Recordaba:
Me dirigía sigilosamente a la ciudad, ensimismado en mis monótonos pasos, era uno de esos viajes en donde necesitas consumir algo vigente para despertar la crueldad infinita del ego. Fui de compras. Desde allí, La tarde paso por aquí, muy cerca de mi corazón y justo al lado de la ultima sonrisa infantil que se refugio en mi tímida belleza y desde allá, la noche saltarina llegaba improvisando una canción de cuna de un demonio arrepentido. Recuerdo que mi segunda persona balbuceo: “Debes imaginar”. Cruce la primera calle bajo una pila de morbosas miradas y en forma imprevista, un oficial con traje color rosa me hablo con voz de aviso: ¡Detente! Volví a cuestionar al resto del mundo ¿Que somos?
Fui a la ciudad y me convertí en un ciudadano
Llegue a una tienda y me convertí en
Cliente.
Llegue a un restaurante y me convertí en un comensal
Cruce la calle y me convertí en un peatón.
Fui al medico y me convertí en un paciente.
Fui a un hotel y me convertí en huésped.
Viaje brevemente a otra ciudad y me convertí en un turista.
Me toco manejar y me convertí en conductor.
Supe que mi esposa me fue infiel y me convirtieron en cabron.
Por necesidad tuve que robar (fui político) y me convertí en un ladrón.
Fui a la cárcel y me convertí en reo.
Fui puesto en libertad y me convertí en un hombre que había descubierto quien era.
Logre asimilar una dura verdad, el mundo tiene una loca obsesión por colocarle nombre a todo. Todo debe tener una identificación o de lo contrario esta fuera del contorno racional. Así que si alguna vez encuentro alguien que no sabe quien verdaderamente es o simplemente desconoce la razón de su existencia, solo debe terminar en una sola reflexión: Su nombre. Eso es lo que somos y lo que seremos por los siglos de los siglos. Tu nombre es lo que es y lo que ha de ser.
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Texto agregado el 06-04-2010, y leído por 199
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