Ha llegado a mi ventana
el otoño intempestivo.
Al ritmo de las hojas pardas
caen mis sueños rotos.
Asomado entre cortinas cenicientas
vislumbro cómo el cielo se atiborra
de algodones grises y moribundos
que amenazan con su presencia
humedecer mis pensamientos sombríos.
Recostado, fijo la vista al cielo
donde esos algodones crean figuras
esmirriadas, decrépitas y solitarias
que deprimen el son de mis pasos.
Te extraño y el cielo gris hace lo suyo,
Te necesito y la lluvia templa mi rostro,
Te quiero y la tierra moja mis pies,
Lo detesto y el otoño comienza con
su melancólica arremetida que
me hace sentir tu ausencia con agonía.
Texto agregado el 06-04-2010, y leído por 179
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
07-04-2010
Cada verso me identifico , gracias Alma_desnuda
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