Las brasas del incendio
no dejaban lugar a dudas
que seguía vivo.
El bombero trabajaba sin tregua,
intentando taponar la grieta que causaba
las incesantes llamaradas
,
Cuando su manguera quebró
por el incesante calor.
Utilizo sus propias manos,
Deslizándolas con la suavidad
del mejor cirujano.
El fuego se avivaba
con sus maniobras.
Excitado por aquella maravilla.
Hundió su boca
en aquel manjar de fruta fresca,
Hasta que el almíbar de su cuerpo
abraso su rostro.
Alaridos de gozo resonaron
en la oscuridad de la noche.
Texto agregado el 05-04-2010, y leído por 405
visitantes. (13 votos)
...porque estimula a visualizar... era mi intención decir. sagitarion
06-04-2010
Una metáfora ardiente, me parece bien lograda, porque a visualizar imágenes y evocar incendios pasados.*****Afectuosos saludos. sagitarion
06-04-2010
muy bien petty
06-04-2010
Parece mentira, no lo creo...que en el cuerpo de bomberos...con todo su entrenamiento...al final, para apagarlo...tengan que comerse el fuego...y si el fuego es forestal...cojeran fuego ?...Hmmmm...me esta gustando la idea.... za-lac-fay33