Se conocieron siendo adolescentes. Sentían una atracción el
uno por el otro que, bien por cobardía o bien por miedo, no
llegó a más.

Pasaron los años y ambos encontraron otras parejas. Se casaron,
tuvieron hijos y fueron felices.

Pero un día sus vidas se volvieron a cruzar. Ese amor de
adolescentes volvía a aparecer en sus corazones. Ellos sabían que ya no era posible. Una infidelidad no formaba parte de sus planes, asi que
decidieron dejarlo correr.

Pero al llegar a casa todo se complicaba, pues, aunque la cabeza les
decía que eso no estaba bien, sus corazones latían cada vez
con más fuerza.

No podían evitar mirar atrás y sentir un cosquilleo en el
estómago. Esa adolescencia que les perseguía con el paso de
los años y no les dejaba continuar con sus vidas...

Un día decidieron sentarse a hablar, se miraron a los ojos y
sólo ellos supieron lo que pasó después...