Esta noche estoy mirando al cielo,
conversamos con la luna
acerca de nuestra soledad,
enjuagamos una lágrima con el puño,
estrujamos el llanto de aquello
que amamos con vehemencia
y sabemos que no volverá.

Esta noche estoy mirando al cielo,
con el alma casi gastada,
y el recuerdo de esos ojos,
que se han ido,
se transforma en olvido
y el olvido se hace recuerdo
de días felices que creo no volverán.

Esta noche estoy mirando el cielo,
y encuentro en cada estrella una derrota…
una más de tantas otras
y convierto el corazón en hielo,
para que el amor nunca más
lo vuelva a lastimar.

Esta noche estoy mirando al cielo,
conversando con la luna,
contando las estrellas
y el espectáculo nocturno
me regala una estrella fugaz:
cruza mi horizonte y trae en su estela
esa magia que se llama felicidad.

Entonces el corazón vibra
otra vez al mismo compás.
Sé que no durará lo que dura lo eterno,
se que otra vez de las manos se me va escapar…
atrapemos el momento,
son estrellas fugaces
… nada más.