Hoy más que nunca la vida se hace frágil y podemos darnos cuenta que las prioridades han cambiado. La tierra nos habla desde adentro, dándonos una clase magistral de lo errados que estamos frente al desarrollo humano.
Si ayer era importante pensar en el futuro y planificar en donde estaríamos o simplemente en como gastaríamos nuestro tiempo.
Hoy, pensamos con gran claridad, en el presente y en el ¿qué? y ¿cuál? será la mejor forma de descubrirlo. Ahora y no después.
Creo que renace el gusto por lo pequeño y lo simple, por los sentimientos sobre lo racional. Por el compartir momentos.
La vida está hecha de pequeños momentos. ¿Cuantos y cuales son los momentos que más recuerdas? Yo sin duda recuerdo, los momentos más simples. En donde solo los sentidos forman parte del espacio. ¿ Cuales son las fragancias que quedan en tu mente? Es raro, pero los recuerdos también se pueden construir de aquellos perfumes, que han significado algo en tu vida, y los cuales quedan latentes por siempre. Donde voy puedo imaginar, aquel aroma que alguna vez sentí y revivir en mi mente lo acontecido. Cuando vives desde adentro lo que yo siento hoy, te es difícil separarte de esos momentos. No quieres dejarlos y los añoras con esperanza.
Hoy cada segundo cobra más fuerza y se hace más pleno sobre la base de lo sucedido. El sonreír puede transmitir mil sensaciones a otro y siento que es eso lo que quiero compartir. La naturaleza es nuestro aliado y nos permite descubrir sentimientos, que en otros lugares son irreconocibles. El caminar por una pradera, con los sentidos al máximo, te pueden llevar a otro extremo. Reconocer el olor de la tierra después de una lluvia de inviernos, marca momentos. Y ese mismo caminar tomado de la mano y sintiendo la brisa del mar, te puede llevar a inmortalizar ese recuerdo.
Cada conversación, cada beso, cada abrazo, se vuelven más significativos. La preocupación hoy por el otro es latente y el desapego a lo material se invierte por el apego a lo emocional, con pasión.
Hoy debemos disfrutar la vida, sobre cualquier otra cosa, sacarnos los envoltorios y disfrutar tal como somos…
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