Como una fresca brisa una tarde de febrero llegaste a mí, iluminando el día con tu sonrisa, sin saber que ibas a dar momentos tan bellos y tan dolorosos a mi vida.
¿Cómo entraste en mi corazón? si lo protegía cual dragón a la princesa, con recelo, con cuidado, ¿en qué momento burlaste la guardia y atravezaste la muralla que lo protegía?
Hoy no estás, y sin embargo te recuerdo, con dolor, con el amor que se siempre tendré para tí.
Me pides que te olvide, que te borre de mi vida, pero dime... ¿cómo puedo dejar de quererte si llegaste a formar mi universo? ¿cómo olvidarte si estás impregnado cual perfume en mi piel? Si al tratar de olvidarte más te recuerdo, si siento tus labios recorrer cada milímetro de mi piel. Como llegar a olvidarte si te adueñaste de mi corazón y te convertiste en mi mundo.
No sabes cuanto te extraño, cuánto deseo cerrar los ojos y despertar de esta pesadilla que inunda mi vida en la tristeza. Cuanto deseo abrir los ojos y verte a mi lado, sentir tus besos, tus caricias... esas que nunca más tendré...
Te amé... ¡sí! no me arrepiendo de ello, más vale un minuto a tu lado que jamás haberte amado...