Existe una hora mágica durante la tarde
es la hora cero,
cuando la luz se tranforma
y la naturaleza que comienza a cambiar
la luz del día, se mira de otra forma,
la tarde tiñe de un color sin color,
es etérea la visión a esa hora de la tarde
parece sentirse al color del amor...
sólo se ven brillar las lucecitas que a lo lejos
avecinan y anuncian la noche.
Una gata serena espera, lamiéndose su pelaje
sentada en el pueblerino balcón,
de donde emana y husméa
que las plantas y las flores
la Natura toda, adquieren otro olor .
Todo lo que siente inspirada y al olfato tranquila espera,
esta nueva noche.
Por ello, mi poesía, la de mis noches...
es porque la gata, su luna,
su noche...
sus noches, mis noches
nuestras son.
Es la Gata que al olfato
inspira como hechicera los sentidos
que me alegran, que me agobian
del que piensa en esta noche...
algo bello en poesìa, de esa que se encarna en almas blancas,
que al olfato del instinto, la Gata husméa.,
que ella,... quisiera volar como los
pàjaros y al pensamiento humano...
por curiosa, por sincera, por caprichosa.
La noche es para gustarse...
cuando Buenas Noches son
¡del puro gusto de gustar!
-dice la Gata-
Para escuchar la Orquesta angelical
de los seres de la luz nocturnal,
de criaturas celestes, en esta noche festival,
de la naturaleza que vibra con la luna
cuando ilumina y canta armoniosa con sus melodiosos seres nocturnos;
cantan a nuestra amorosa Tierra
y para el placer de los seres todos.
Esta es otra noche de la Gata...
para pensar en silencio, para sentir que existe y escribirla en el lenguaje de los momentos encendidos de noche;
porque la noche no duerme,
la Gata piensa y escribe de los instantes
eternos del hoy...de sus recuerdos...
Autorìa:
Micuija o
Elsa Didriksson.
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