Agonía buscando unos ojos donde posarse tan sólo un segundo, para seguir sintiendo, sin más esperanzas, sin implicaciones..., una leve sonrisa sincera basta siempre. Pero cuando la hallo, dándome la vida, sombras justicieras se interponen en su camino, en mi camino... ¿qué más da?
La luz deja de penetrar a ráfagas suaves y has de volver al mundo individual en el que sabes que estás sólo frente a todo... Y de esa manera dejar vivir a esas sombras de las que tal vez, en alguna ocasión, yo forme parte.
Faltan buenos sentimientos en el dolor, hasta a mí se me olvida sentirlos cuando sufro, pero el efecto espejo nadie lo detiene cuando se trata de dolor, aunque, qué poco se reflejan las alegrías..., esto es lo realmente extraño.
En un hospital... ¿qué quieres que sienta?

(13/06/04)