"Llama mucho la atención el hecho de haber sentido el momento exacto en que todo lo demás ya no importa. El momento exacto en que la jaula se abrió para siempre y estoy tan sana como había olvidado estar. Parece que, finalmente, crecí. Y gracias a eso, hoy estoy aquí".

Pensaba, como si hubiese papel y lápiz en mi memoria tomando apunte de ello...como si lo que pensara fuera a quedar registrado en alguna parte. Aunque tal vez era justo y necesario, todo salto en la evolución debe ser registrado. Lo miré, seguí su mirada, llegué con ella a la caja de madera que contenía a su madre... y lloré.

"En todo momento", le había dicho una vez, "puedes contar conmigo".

Y aquí estaba.

No importó que yo tuviese roto el corazón; se estaba sanando. No importó ninguna de las estupideces que alguno haya dicho o hecho. No importó las ilusiones rotas, la música truncada, el abismo de arena, el sol tan bajo. Entonces era pequeña y tenía que aprender.

Estoy aquí, flaquito, estoy aquí como tus demás amigos, estoy aquí porque te lo prometí, estoy porque ya nada más importa, porque somos otros, porque crecí. Estoy aquí porque simplemente vine, porque simplemente te quiero, para que seas feliz.