Ausente la cara y el cuerpo, ausente la mente y el alma
Ausente de toda ausencia y de toda presencia visible
Ausente las manos y los dientes, las encías y las horas
Ausente de tu ausencia y de tus pliegues, de tus olores y tus silabas suspendidas.
Te quedaste ausente, nos hicimos los ausentes…
Y la ausencia no llena más, que cuerpos vacíos y labios marchitos.
Texto agregado el 26-03-2010, y leído por 57
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