El planeta en el que vivimos, la Tierra, necesita purificarse al igual que lo hace el hombre. Expulsa sus rencores en los gases cuando hace erupcionar sus volcanes. Llora la miseria humana mediante lluvias y tsunamis. Grita y aulla, despotricando con tifones y tornados y ama incondicionalmente... dándole vida y color a todo lo que hay sobre ella...
Texto agregado el 26-03-2010, y leído por 117 visitantes. (3 votos)