Todo empieza en el bosque donde estaba por nacer una pequeña mariposa. Sus padres, unas de las más bellas del lugar, estaban emocionados por la llegada de su hija. Al nacer, todos esperaban que aquella mariposa los deslumbre con su esplendor, pero cuando salió se sorprendieron al ver unas alas opacadas y carentes de ánimo. Poco a poco se corrió la voz todo el lugar.

De pequeña la mariposa siempre soñaba con ser bailarina por eso empezó a practicar y practicar hasta conseguir un gran talento, pero avergonzada por su apariencia no se animaba a salir en público.
Mientras las otras criaturas de su edad resplandecían a todos, ella siempre estaba atrás aunque con un talento distinguido. Un día, cansada de que todos la desprecien decide hacerse un "traje" con flores de colores y presentarse en un concurso, el más importante del bosque, en el cual los animales talentosos se presentaban, y entre ellos estaban sus compañeras danzantes. El jurado estaba compuesto por un grupo de sabios conejos. Primero era el turno del venado que maravillo al grupo con un desfile, después el canto del ruiseñor armonizo el lugar y luego las piruetas de la ardillas hicieron largar una carcajada a los conejos. Pero había algo especial en la mariposa que hiso estallar al público en aplausos y gritos mientras se preguntaban quién era ese extraña e interesante bailarina, pero casi al final las flores que tenia se empezaron a caer lentamente y la mariposa sin darse cuenta seguía bailando alegre. El público, que era muy observador, lo empezó a notar aunque seguían deslumbrados por el talento del pequeño insecto. Al terminar la música la mariposa había quedado completamente descubierta y al ver a todos desconcertados se decidió irse del concurso lo más rápido posible para ocultarse en algún lugar a llorar. Pasaron las horas y ella seguía con el mismo humor, mientras tanto el bosque entero la buscaba. En eso un viejo grillo la ve y le cuenta que había ganado y que todos la creían una gran bailarina a pesar de no tener colores radiantes y pidió que regrese al lugar y deje de preocupar a todos por su tonta huida. La mariposa, aunque desconfiada y triste, decide regresar a la competencia. . .