Mi alma suspendida como figura "Calderiana",
con pequeños trozos de espejo que la componen,
me devuelven el reflejo de las esquinas de tiempo vividas,
y una respiración cortada que las ata.

El tiempo deshabitado de ti y de tus caricias,
que agita mi ser entero entre penumbras,
mueve ese móvil eterno que soy en este tiempo,
haciendo punzadas en mi corazón habitado de ti.

Rompo el silencio con un llanto sordo y mudo,
clamando por tus manos tendidas redentoras,
que terminen el móvil y me devuelvan la figura
de un soneto de amor romántico contigo.