El primer documento escrito que cayo en mis manos y tuve el placer de leer fue: “La Cristiada” de Jean Mayer en sus compendios: 1, 2,3. Sin duda es un trabajo redondo, dedicado descriptivo que en algunos momentos se siente el ritmo de algo más que un ensayo o una tesis, es una joya del periodismo que va más allá del tema; que es lo que me atañe. Disfrute de un trabajo como ya lo dije por más bien logrado, nuevamente la paradoja por la cual me puse a escribir una novela histórica, si bien es cierto que Jean Meyer es Mexicano naturalizado, me siento contrariado por la importancia que inflama a los extranjeros y pareciera que a los nacionales nos causa indiferencia.
Bien entremos en materia; el material es riquísimo, se lee con facilidad, es accesible y enriquecedor, la propuesta inicial es rica, explicita y como ya lo dije sumamente descriptiva. Los antecedentes bien planteados con respecto a los protagonistas que propiciaron dicho movimiento, nos da un panorama amplio.
El antecedente histórico fueron las leyes de reforma promovidas por: Benito Juárez quien estaba convencido de que el aparato clerical estaba haciendo de lastre al progreso del país, cuestionable dilema ya que la historia no oficial, no deja muy bien parado al susodicho visionario de la patria.
Con obregón y Calles en la incipiente democracia mexicana como visionarios caudillos mexicanos, empujaron al poder legislativo para que renovara y además acentuara las leyes de reforma pero ahora con el bautizo de la ley calles, los conflictos dieron al entorno religioso poderoso siempre, la pauta para defender lo que ellos creían justo, como el pensar que las propiedades y prerrogativas que durante todo el tiempo eran por derecho suyos, y que a pesar de ser un país que se encontraba en el caos, sumido en la miseria y recién extraído de la esclavitud y de las tiendas de raya. La visión corta de parte del gobierno federal fue no tener la sensibilidad de avizorar una maniobra genial por parte del clero, haciéndose la victima a los ojos del pueblo y con esto poniendo como en la parábola del gato y el ratón “el cascabel al gato” y entonces se cancelaron los cultos religiosos esgrimiendo toda la culpa al gobierno federal y no cómo una represalia chantajista para mantener sus privilegios y canonjías que no estaba dispuestos a abandonar solo en pro del beneficio colectivo y convirtiéndose en lo que ellos combatían y criticaban.
Así pues en la año de 1926 en el mes de Julio ante la división del clero conservador y el clero revolucionario, los que pugnaban por la luchar por el camino de la ley y los argumentos legales y la presión por medio del vaticano, y los radicales conjuntados con antiguos revolucionarios que por alguna razón habían quedado marginados del sistema actual con los caudillos que dejando de lado su humildad, su ego, les dictaba que ellos eran los únicos capaces de dirigir y llevar al país a las alturas históricas que paradójicamente por ellos este país con esta extraordinaria gente no ha logrado por ser ellos el lastre que lo impide, y además en complicidad con el enemigo es decir el clero una vez más se convertía también en enemigo del pueblo por que lo uso de la forma más vil, como cualquier abusivo acaudalado que compra el placer de una prostituta y usando su posición incluso no le paga…
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