entré a mi casa y no había nadie... llamé a todos por sus nombres, en voz alta, pero nada... subí a los cuartos y no había un solo mueble... la casa, en el segundo piso, estaba vacía... cogí el teléfono y llamé a mis parientes, pero, nadie respondió... ¡qué hago!, grité. de pronto, escuché voces que brotaban de las paredes... ¿están allí?. pregunté a la pared de color rosado... sí, aquí estamos, dijeron... ¿cómo se han metido?... ¡entra!, gritó mi familia entera, como un coral de dolor... busqué una entrada, un hueco, pero nada, así que, tenía que empotrarme contra ella, y ver qué ocurre... eso hice, y cuando me estrellé, no volví a ver nada más, nada más.... cuando abrí los ojos, toda mi familia estaba allí, mirándome, juntos, rodeándome, como si vieran un pedazo de mierda tirada por el suelo... ¿están allí?, les pregunté... alzaron las caras, se miraron entre ellos y rieron sin parar, como locos, totalmente locos... así que, me paré y salí de la casa, dejándoles para siempre, sin dejar de escuchar sus risas por todas las paredes de la casa... |