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También he visto la muerte
Posarse junto a mi,
El corazón duele y el alma no lo siente,
Viene acechando desde el inicio
De mi vida,
Vine destruyendo emociones y alegrías,
No le teme ni a la ira ni al olvido de los días,
Es ella, arrogante y caprichosa,
Se torna junto a mi,
Para llevarme al abismo
Y nunca mas dejarme ver
La luz del sol,
Solo mirar el limbo donde no hay amor.

Pero ¡no! No le temo,
Por que estuvo tan cerca de mi,
Y no se dio cuenta que nada es eterno,
Y al verse ella perdida,
Quiere hacerse la victima,
Empuña el daga envenenada,
Y me la incrusta causando herida
En el alma.

Se lleva a los que amo,
Sin perdonar la felicidad,
Es ella, soberbia y extravagante,
Que no perdona al alma ni siquiera un instante
¡No! le temo…
Esta junto a mí como una sombra,
Esperando el momento,
Y hacerme su esclavo,
Y es allí donde me pongo
El traje de hierro,
Me pongo la armadura oxidada,
De un caballero sin caballo,
Con un dolor tan hondo,
Como por donde pongo los pies
Me encamino con el alma arrebatada,
La soledad a lado mío,
Enfrento a la muerte un vez mas,
Si no ve llevara donde no llegan los vivos,
Entonces será el final de mi camino,
Sin haber logrado nada,
Tan solo un rostro
Marcado por el dolor,
Debajo del cielo me postro
Para sentir mi batalla ganada.

Y… será tan duro el encuentro,
Que no habré luchado en vano,
Y habré ganado una vez mas,
Retornare por los seres que amo,
Regresare a ser feliz una vez mas
Hasta el día en que mas vejez
Tenga sobre mi cuerpo,
Y me gane talvez
Ella, maldita sea ella,
Por que ya no tendré fuerzas
Ni el espíritu,
Solo estará junto a mi la mujer que ame,
La muerte recién me llevara…
O talvez miedo tendrá
De verse perdida…
Otra vez.