No sé por qué no puedo quedarme
con el aburrimiento
con la tranquilidad
con la paz de las ventanas
—algunas—
con un copo de tedio
y un amainado vapor
de besos colgando de mi boca
No sé por qué no puedo
morir de tiempo
y debo suicidarme
vivir de súbitas lámparas
de relámpagos agachados
que me asaltan
de emboscados fervores que me
iluminan de repente.
No sé por qué.
Dejo mi cama al alba
Dejo mi hambre
clavado en un pan manso
como un furioso cuchillo
y cierro mis ojos sin
portazos
Despidiéndome a mordiscos
de cada lentitud
cada amansado abismo
cada espejo de lenguaje cotidiano
cada nombre que he sido
obedientemente.
No sé por qué.
JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
Texto agregado el 21-03-2010, y leído por 100
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
21-03-2010
Cuánta metáfora!! "...y cierro mis ojos sin portazos..." Genial, simplemente... Parnaso
21-03-2010
Me quedo con esta frase:
"con un copo de tedio
y un amainado vapor
de besos colgando de mi boca"
Lindo poema gemercy
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