Caminaba como todos los días rumbo al trabajo y mi mente divagaba entre pensamientos sin raíz alguna, por esta razón quizás los mismos no insistían en quedarse, lo cual yo agradecía, ya que me dejaban lugar libre para sensaciones más profundas y verdaderas.
El día estaba feísimo, por suerte no me contagié de su grisáceo humor y seguí adelante en la mía, contento y volando alto, como siempre que me permito tomar posesión de mí mismo. ¡¡Qué bien me sentía!!!, ¡¡¡qué libre!!!, ¿por qué no me habría sentido así cada momento de mi vida, sin duda hubiera disfrutado muchísimo más y me hubiera ahorrado unas cuantas penas, tanto a mí como a los que siempre me rodearon, pero bueno, por algo sería, no podía caer en el típico si hubiera hecho esto, si no hubiera hecho lo otro, eso sería no vivir el momento y un poquito negarme a mí mismo, en definitiva yo soy el resultado de mi experiencia de vida y todo lo que sucedió me hizo quién soy ahora, si miro para atrás y en mi cabeza quiero cambiar algo del pasado quizás es porque no estoy contento con el que soy ahora, en ese caso lo que tengo que cambiar es alguna cosilla del presente que vengo arrastrando y no evadirme en buenas intenciones mentales que no me llevan sino a justificar y quedarme siempre en el mismo lugar, y bueno, en definitiva lo importante es quienes somos y lo que hacemos ahora, no en el pasado. Debería preocuparme si sigo repitiendo los mismos errores que cometía cuando mi sueño era más profundo aún.
Una vez superado el escollo del recuerdo y la autocompasión por un pasado difícil (infaltables a cualquier cita), seguí disfrutando esa sensación de plenitud que me acompañaba desde el despertar, la misma tenía un clandestino sabor a libertad, sí, a libertad. En principio me sonó raro, ¿a libertad? pero cuando me abrí a esa energía, olvidándome de la definición de Larousse para la palabra libertad e intenté encontrar mi propia definición para la misma, entonces comprendí que realmente era eso lo que sentía, que muchas veces en mayor o menor medida me siento como un muñeco de cuyas extremidades y con enormes nudos, salen unos hilos, éstos no me inmovilizan pero sí condicionan mis movimientos. Si muevo un brazo el hilo me recuerda que estoy atado a algún extremo y condiciona el movimiento, por ende cualquier cosa que haga va a estar un poco limitada por esos hilos que me mantienen en cierto estado de rigidez, en cierto modo involuntaria, pero de una u otra forma justificada por mí.
Pero ahora no sentía esos hilos, sí podía ver con claridad los cabos donde van atados, pero los hilos en sí ya no existían, para confirmar lo que sentía moví mis manos con total libertad y me pareció increíble, nada me decía que debía mover los dedos de tal o cual forma o agarrar tal o cual objeto y la verdad era que no me daba por agarrar nada, solo mover mi mano y observarla, ¡¡¡cuántas cosas en mi vida habré tomado con mis manos innecesariamente!!!!, cuando en realidad no lo sentía, por miedo, movido por esos hilos que en realidad no existen, que yo solo imaginaba, que yo creaba en definitiva.
Seguí caminando como embobecido, la gente pensaría ¿qué hace ese loco moviendo las manitas y mirándolas?, ¡¡¡que linda manito que tengo yo,!!! jejejeje, la verdad no me importaba, es más, Oj-Alá ellos también me acompañaran en esa sensación de ser yo mismo aquí y ahora, sin hilos, sin estar viviendo un futuro mental que no llegó ni un pasado que ya es historia y no me permiten vivir de verdad el presente, el único tiempo que me permite hacer lo que siento, dejar de la do lo que no me gusta para darle lugar a lo que me hace feliz, el mismo presente que mañana será pasado y hoy base de mi futuro. Si no vivo mi presente, ¿qué pasado me espera para ser recordado?, un pasado de sensaciones ajenas, ¿qué futuro estoy construyendo?, sino vivo el momento, ¿qué hago?, ¿vivo a través de la mente?, disfruto hoy lo que voy a hacer mañana o me río de lo que viví antes de ayer, cuando tendría que estar riéndome ahora mismo y divirtiéndome por lo que siento en estos momentos. No quiero un futuro mental, quiero un presente de corazón, el cual no termine nunca, ya que pasado, presente y futuro son lo mismo si vivimos de corazón, solo hay diferencias entre lo diferente, no hay tiempo cuando somos felices, esta división solo aparece cuando separamos, cuando especulamos, cuando pensamos si lo que sentimos está bien o está mal, si encaja con los otros, si está mal sentir algo diferente a los ya establecidos cánones de conducta, pero si actuamos de corazón cualquier cosa que hagamos no va sino a beneficiarnos a nosotros mismos y a los demás, el corazón solo desea lo mejor, solo que su voz a veces es opacada por la cabeza.
Si fluimos solo existe el aquí y ahora, ya que lo que pueda venir no puede ser sino igual o mejor a que aquello que estamos disfrutando en el aquí y ahora, no hay diferencia entre ayer y hoy, ya que la felicidad es una sola.
Ahora comprendía un poquito más como la palabra libertad se ajustaba perfectamente a la sensación que me invadía en esos momentos, no se si la gente de Larousse estará interesada en profundizar un poco más en la definición de la misma, lo que sí sé es lo que esa energía significa para mí.
No existe ni pasado ni futuro.....el aquí y ahora es un instante eterno.
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