Que



Se dirigía a nosotros en un tono
A modo de responso, de reprimenda,
Un hombre que presumía
De gran conocedor de la erudición.
Si bien podíamos apreciar
Que de nada conocía que lo hiciera
Aparentar ser un erudito.

Más tarde apareció otro
Que decía que nuestro camino
Era el suyo.

El tercero que vimos
Presumía de ser científico,
Más no era sino un ignorante.

No comprendimos nada,
Como no comprendemos
Este escrito.


Aguadulce, marzo de 2010
José María de Benito