De verte en la arena,
de acariciarte como una guitarra vieja,
de cantarte en voz baja,
de imaginar tu cuerpo desnudo
y de calmar la locura ante la mar serena.
De verte sin mirarte,
de pasear a solas contigo,
de tocarte con las manos atadas,
de escucharte en la playa,
de mis arpegios torpes,
de tus dibujos en la arena,
de recitarte con voz callada,
de no decir, solo mirarte.
De sentir miedo de tus bromas,
de sentir alegría de tu voz,
de mojarme de tu piel,
de bañarme en tus miradas locas,
de sentirte, de tenerte,
de sentirte, de no tenerte,
de vengas, de extrañarte,
de tenerte sin tenerte cerca,
de una casa con jardín,
de un café a media tarde,
de un cigarro a medias,
de otro hasta las cuatro de la mañana,
de mil noches de cuentos de hadas.
de... tu, de mi... de nosotros... a medias.
Jerez, 15 de Marzo de 2010 |