Quise caminar junto a ti,
desee seguir tus pasos,
admire tu caminar, elogié tus huellas…
¿Para que?... Para contentar, mi corazón...
Ahora me doy cuenta que el seguir tu camino,
me inundo de dolor, ¿Porque permitió mi corazón
seguir tu caminar, desear tus pasos y elogiar tus huellas?... Creí que tus pisadas eran firmes por lo que sentíamos…
Y me pregunto nuevamente, ¿Para que?...
Para terminar en la playa de la tristeza, que
no me lleva a un fin…
Quisiera que este camino continúe, lleno de alegría y felicidad…
Deseo, ser cojo para poder parar en el camino y razonar, ¿Que
es lo más beneficioso para mí corazón, que lo inunda la tristeza?
La respuesta, la tienes tú, mí querida niña…
Quisiera tener alas para ver tu caminar desde lejos…
La tristeza que tiene mí corazón, añoro que sean como las pisadas del
caminante por la playa, que el mar se las lleva en el momento menos esperado
y no deja huellas…
Tú dejaste la huella más grande en mí corazón al caminar sobre
mis sentimientos…