Camina con la frente
en alto... tú eres bella,
tienes rosado el pecho y blanco el corazón,
te cuelgan por la espalda, como amorosos besos,
rayos de sol que, tierno, te ha regalado Dios.

Así... camina erguida... el mundo, con sus puertas
es tuyo. Hoy lo he adornado
con guirnaldas de rojas trinitarias
y mis flores violeta se han esparcido, ansiosas
de que tus pies caminen con donaire, con magia.

Tienes las manos llenas. Mi corazón explota
de orgullo por mi hija, por mi niña mimada
que ha crecido de prisa, que ya está enamorada
y que me hace pucheros cuando pienso en soltarla.

Qué sola va a sentirse sin tí la "buenas tardes",
cuánta falta en la mesa me hará tu bienestar,
qué duro que yo sepa que no podré cuidarte
y oír tus carcajadas y mirarte bailar.

Pero no... no estés triste... este día es hermoso,
te encargué un cielo claro y una alfombra de luz
y El Señor ya me ha dicho que me quede tranquila
porque Él estará siempre donde te encuentres tú