OH! Jade



Al caer constante, sin tregua,
La lluvia sobre las pilastras débiles
Y las chiringas desguarnecidas,
Vuelan estas hacia el cosmos,
Hacia la cima de la lluvia cruel,
Que mojando sus alas templadas,
Que floculan con pavor pánico.

Al caer la lluvia severa,
Desaprensiva y cruel
Sobre las zapatas flotantes,
Incapaces de soportar
Solo los jades, con su poder
De convertir el agua, en
Materia curativa, son aquellos
Que sobrepasan la tormenta,
Alimentando la salud
Del pueblo con esperanza.
Con la esperanza de, que
También hagan uso
De su rudeza como soporte.
Se brinda para la lucha
Contra la lluvia impenitente.


Aguadulce, marzo de 2010
José María de Benito