a la una y 24 le di a la música y abrí el bloc de notas a la una y 24 las opciones se vuelven gotas resvalando por la cara. a la una y 24 se destilan los sueños en alambiques pequeños tras la espesura de mi cuarto a la una y 24 un domingo no es fin de semana y la noche se vuelve pagana por la única ley primigenia de los ritos que te nombran
Texto agregado el 16-03-2010, y leído por 94 visitantes. (3 votos)