Chica de boca amarga y ojos duros
permíteme otear en tus abismos,
déjame descender por tus colinas
hasta el fondo de un valle y embriagarme
en aromas de líquenes y musgos
de una gruta abisal.
Déjame trasegar por las corrientes
heladas del desierto de tus noches
sin deseos,
sin riberas ni puertos;
déjame ser el faro que te guía
en medio de mi bruma,
déjame ser la llama que se apaga
ausente en tu vagina.
Texto agregado el 16-03-2010, y leído por 208
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Lectores Opinan
08-05-2010
Lo que mas me gusta de todo son tus metáforas, se entienden muy bien*****un placer silvimar-