Hoy escribo porque las mañanas son más frías
porque la luna ya no está tan tibia
porque los primeros rayos de sol
ya no acarician tu rostro sempiterno
y no me permiten deleitarme con tu grandeza
y con tu filosofía verdadera y mortal.
Hoy escribo porque mis manos están despiertas
porque mi mente me corrige
porque el tiempo fue incapaz y mezquino
y porque tu aroma se vierte longevo
sobre mi almohada invernal.
Hoy extraño porque tu risa ya no me alegra
porque tu bienestar dejó de ser mi tarea
porque tu mirada ya no me sosiega
y tus labios egoístas no dejaron huellas en mi palpitar.
Hoy recuerdo porque mis brazos nostálgicos
tiemblan bajo la memoria de tu vientre estrellado
mi pecho triste clama por tu espalda marchante
y mi boca muere por depositarse al principio de tus hombros
y al final de tu cuello cincado.
Mis caricias no duermen pensando en tus mejillas
y mi cara se eriza al compás de tu caminar
mis ojos brillan con la sombra de tus pesares
y mi alma se estremece con tus carcajadas en mi soledad.
Texto agregado el 15-03-2010, y leído por 181
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Lectores Opinan
22-07-2011
Hoy extraño porque tu risa ya no me alegra. Tiempo para reir, tiempo para extrañar.
cpimecuentos