ESCAPE


Las paredes repletas de frases de otros hombres
tristes agresivas nostálgicas
con apodos nombres fechas y
figuras obscenas
de mujeres con nalgas y tetas abombadas,
de protestas de inocencia
ya son parte de mi cuerpo y de mi alma.
El camastro sedoso resbaladizo por la mugre
el cagadero fétido
las chinches los piojos
y estos muros grises impávidos fríos
los siento tan estrechos como el nudo en mi garganta
que aprisiona mi esófago y casi no respiro.
Y tengo pena y me duele mi carne.
Recuerdo los verdes prados los espacios abiertos
sin fin
sin murallas
ni nada que impida a mis ojos y mi mente
extenderse más allá del horizonte lejano y misterioso
pero cuyo fulgor no deja lugar a dudas
de que se trata del lugar más bello de la Tierra
donde caminan reposan aman sueñan mis amigos
mis camaradas
los que no están muertos
los que no están en otras celdas
los que no tienen tras de sí los trancos de la bestia
acechándolos, acosándolos, persiguiéndolos
y termino por dormirme y ser libre un poco.