Habían trasncurrido los dias festivos del mes de Julio, de 1970. Los diez millones no se cumplieron, pero al menos Fidel autorizó la venta de bebidas alcohólicas, para las festividades del 26. En Cuba en los meses preliminares a la Zafra de los Diez Millones, se habían cerrado todos los clubs nocturnos y se había prohibido todo expendio de cerveza y otros licores hasta en los hoteles y restaurantes. Mucho menos en las bodegas.
Por aquel entonces trabajaba yo en la Termoeléctrica del Mariel, como Ingeniero en el departamento de mantenimiento
Un dia el Secretario Ideológico del Núcleo, se apareció en mi oficina para presentarme al Compañero Murnanga. Lo presentó como un héroe de la zafra, un compañero del Partido y un futuro cuadro de la Revolución. Un hombre que había que entrenarlo rapidamente para darle un cargo de dirección dentro de la empresa. Llevé a Murnanga por los distintos departamentos y lo presenté al resto de los trabajadores que rapidamente lo apodaron MUÑANGA, porque decían que su apellido era difícil de recordar.
Muñanga era un negro grande y fuerte, 6-2 de estatura y al menos 240 libras, que era bastante para haber cortado caña y vivir en Cuba, donde la comida está racionada.
Comenzó el futuro cuadro político a trabajar en el departamento de calderas, y, cuando habían transcurrido seis dias me había dado cuenta que el negrón era más bruto que la mula de mi tio Antonio.
Pero las ordenes no se discuten y había que trabajar con el compañero y tener paciencia.
Producto de las fiestas y la cerveza o el ron ( cuando aquello aún no era chispa de tren, ni gualfarina) Cabrerita uno de los mas conflictivos trabajadores que nunca se ganaba la emulación, rompio en medio de una borrachera una tuberia de agua y la sala de calderas comenzó a inundarse.
Rapidamente me llamaron y a través del radio localice al trabajador de mantenimniento mas cercano.
Dígole: Muñanga esto es urgente, repito es una urgencia, corre a calderas y pon la bomba de achique en servicio. ¿comprendido ?
Comprendido compañero técnico,- respondió, el héroe de la zafra de los diez millones
Respiré tranquilo, todo estaba bajo control. Agarré mi casco y salí calmadamente a inspeccionar la avería.
Pero que sorpresa, cuando llegue al cuarto de Calderas. Había más de cuatro pies de agua y Muñanga como un héroe que era. ayudaba a los trabajadores a evacuar la sala.
Lleno de ira le pregunté al Negrón.: Muñanga , ¿por qué no has encendido la bomba de achique ?
Con los ojos bien abiertos y yo diría que hasta un poco asustado, el futuro cuadro del Partido me respondió :
Mire tecnico, yo hice lo que ud. me dijo......
Te dije que la pusieras en servicio Muñanga....grité indignado.
Y allí la puse técnico, la arranqué de aquí y la lleve pal inodoro. Allá está esperando por usté.
Esteban J Martin
Miami 2006
Publicado por esteban j martin en 06:58 |